Malas prácticas en el desarrollo web

1. No seguir principios de diseño web: no utilizar una estructura lógica y coherente en la estructura del sitio web, no utilizar un diseño consistente y no optimizar el sitio para dispositivos móviles.

2. No validar el código: no realizar pruebas y validaciones para asegurar que el código es correcto y está libre de errores.

3. No utilizar un sistema de control de versiones: no utilizar un sistema de control de versiones para gestionar el código y hacer seguimiento de los cambios realizados.

4. No realizar pruebas de seguridad: no realizar pruebas de seguridad para asegurar que el sitio web es seguro y protegido contra ataques.

5. No utilizar una estructura de carpetas adecuada: no utilizar una estructura de carpetas clara y organizada para el código y los recursos del sitio web.

6. No optimizar el rendimiento del sitio: no optimizar el rendimiento del sitio para asegurar que carga rápidamente y funciona de manera eficiente.

7. No utilizar etiquetas de metadatos adecuadas: no utilizar etiquetas de metadatos para mejorar la visibilidad del sitio en los motores de búsqueda.

8. No utilizar una estructura de enlaces adecuada: no utilizar una estructura de enlaces lógica y coherente para mejorar la navegación del usuario por el sitio.

9. No utilizar un sistema de gestión de contenidos: no utilizar un sistema de gestión de contenidos para facilitar la actualización y gestión del contenido del sitio web.

10. No utilizar una estructura de URL adecuada: no utilizar una estructura de URL clara y coherente para mejorar la visibilidad del sitio en los motores de búsqueda.

Estas son algunas de las más comunes. No obstante tomar decisiones no es sencillo.

Hay varias cosas que puedes hacer para evitar trabajar con una mala empresa de diseño web:

1. Investiga a la empresa y lee reseñas de clientes anteriores. Esto te dará una idea de la calidad del trabajo que ofrecen y si han tenido problemas con clientes en el pasado.

2. Pide ver ejemplos de su trabajo anterior y pregúntales cómo abordaron ciertos problemas técnicos o de diseño. Esto te dará una idea de su nivel de experiencia y habilidad.

3. Asegúrate de tener un contrato en el que se especifiquen todos los detalles del proyecto, incluyendo plazos de entrega, cambios permitidos y cualquier otro detalle importante. Esto te protegerá a ti y a la empresa en caso de cualquier problema.

4. Trata de trabajar con empresas locales o que tengan una presencia física. Si algo sale mal, es más fácil resolverlo si puedes hablar con alguien en persona.

5. No te dejes llevar por precios muy bajos. A menudo, el precio bajo viene con trabajo de mala calidad. Es mejor pagar un poco más por un trabajo de calidad que tener que volver a hacerlo o arreglarlo más adelante.

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